martes, 30 de octubre de 2007

Debate sobre el consumo de algunas drogas en Chile


La discusión sobre el impacto de la marihuana es casi tan antigua como la hierba misma. Ante ella existen varias posturas. Está la prohibicionista, que es dominante entre los gobiernos en el mundo. Desde esta perspectiva la droga es ilegal, y tanto su posesión como su comercialización conllevan sanciones. Muchos de los que adhieren a este enfoque creen que, independientemente de cuán adictiva o dañina sea la marihuana, esta droga forma parte de lo que se denomina la “teoría del peldaño”. Esto significa que las drogas blandas conducen con gran frecuencia, como un peldaño sigue al otro, al consumo de drogas más duras, más adictivas y dañinas para la salud, como las de la familia de los opiáceos: el opio, la morfina y la heroína. Lo más simple, entonces, es la prohibición de todo el espectro de las drogas.

En Chile se aprecia, entre los años 2004 y 2006, un aumento del 15,2% al 18,8% en el grupo de jóvenes de entre 19 y 25 años.

Se estima que es el mercado el que debe resolver el problema, porque el hecho de declarar ilegales drogas como la marihuana y la cocaína sólo ayuda a que suban de precio y se conviertan en un atractivo negocio para los narcotraficantes. Lo mejor, señalan, es dejar que salgan libremente al mercado y su precio sea regulado por la oferta y la demanda. Así, de entrada, se acabaría con el inmenso mundo criminal del narcotráfico. En cuanto al impacto en la salud de la población, cabe hacer campañas que expliquen los efectos negativos, al igual como se hace con los licores y el cigarrillo.

Hay una tercera mirada que cabe describir como pragmática. Las drogas son una realidad y, hagan lo que hagan las autoridades, siempre habrá un número significativo de consumidores. En especial muchos jóvenes, que querrán experimentar con sustancias alucinógenas a lo menos una vez en sus vidas. Entonces más vale dejarles al alcance aquellas que son menos nocivas. Esto equivale a dirigir el consumo hacia las drogas blandas, y para ello se las clasifica según su nivel de adictividad y el daño que ocasionan al consumidor. A la visión pragmática se suele sumar la policía, puesta que, como encargada de reprimir el consumo, debe dedicar grandes esfuerzos a la tarea.

2 comentarios:

Profesor dijo...

Reinaldo A. Vergara Díaz revisó su blog y lo encontró muy interesante
El lunes debe estar la versión definitiva

Se valora el informe entregado aparte

Profesor dijo...

Evaluado 08-11-2007
¿Debate?
http://www.radio.uchile.cl/notas.aspx?idnota=39818